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¿Canciones inocentes o inocentes nosotros?


Advierto de entrada que ustedes no tienen que estar necesariamente de acuerdo con lo que en estas líneas voy a desarrollar: Dios (o la deidad de su preferencia) me dio una capacidad casi enfermiza de encontrar patrones y relaciones donde no las hay. O sea, como tu ex, pero para cosas graciosas e infantiles.

La siguiente es simplemente una enumeración de canciones que dicen una cosa pero (posiblemente, debido a una truculenta conspiración judeomasónica encabezada por Ímer Machado, Juan Manuel Santos y Charles Manson) nos quieren decir otra.

Bésame - Ricardo Montaner



Esto es incómodo de contar. Mucho más incómodo fue vivirlo. Durante un tiempo el aquí firmante trabajó en una pequeña oficina de La América como auxiliar contable. La jefe, además de malapaga, era bastante amable. Todas las mañanas me ofrecía tinto y ponía música de fondo para trabajar. A veces era salsa, a veces música de diciembre, otras tantas balada. Y ahí entra Montaner: esta señora estaba obsesionada con esta canción, que hasta ese momento yo había escuchado un par de veces sin ponerle atención.

Ahí recién me enteré de que esta poética canción (se le llama poético a todo lo que es más raro que Benedetti y menos rebuscado que Arjona) contenía frases como "con agua bendita de tu fuente bésame toda la frente", "besa el torrente de ilusiones" y, para mí la mejor, "besa mi río hasta su desembocadura". Después de intentarle explicar a mi jefe que Ricardo Montaner se refería a categorías de porno como squirt, blowjob y bukakke llegué a mi casa esa noche sin empleo pero con la satisfacción de haber desentrañado un misterio.

Every breath you take - The Police


Las clases de inglés en Colombia tienen un pequeñísimo problema: nos enseñan pronunciación, gramática, sintaxis y demás elementos mínimos para hacerse entender en otro idioma, pero no nos dan contexto. Es por eso que un colombiano a la hora de hablar inglés puede hacerlo fluidamente pero es más soso que una maratón de Pocholo. Este, y solamente este, es el problema de canciones como Every breath you take: le vemos una sola dimensión a una narración tan densa.

O sea: los primeros versos son pasables: te voy a estar viendo cada día, cada bocanada de aire que tomes, cada paso que des, cada palabra que digas, cada que te cambies el tampón. La cosa se pone color de hormiga cuando nos dicen dicen que no puedes ver que me perteneces, que me duele el corazón con cada paso que das. Y que cada movimiento que hagas, cada juramento que rompas, cada sonrisa que finjas (!) voy a estar mirándote. Puede ser algo que haga, de nuevo, tu ex (?) pero no es sano. No se la dediquen a su pareja, no sean hijueputas. Aplica también para Wish you were here de Pink Floyd.

One way or another - Blondie



Blondie es de ese tipo de bandas que podemos decir, evidencia en mano, que "se vendió": empezaron tocando en el CBGBs de Nueva York, en plena efervescencia del punk junto a Ramones, Talking Heads y Richard Hell and The Voidoids. Al cabo de unos años estaban en las filas del new wave: un movimiento similar a nivel musical pero muchísimo más popular, muchísimo más estético y -obviamente- muchísimo más rentable. ¿Pero qué tiene que ver la banda donde destacaba la bellísima y riquísima Debbie Harry?

Ocurre que aquí aplica el mismo principio de Every breath you take: como tenemos que decodificar un mensaje de otro idioma al nuestro, eliminamos cualquier subtexto posible en la canción. Esta canción es, aparte de espectacular, especialmente enfermiza: la historia (de una forma u otra voy a encontrarte y voy a agarrarte) es real y la vivió Debbie con un ex-novio, un año antes de ser lanzado el tema. Pónganse en el lugar de un productor a finales de los años setenta: ¿y si le ponemos música bailable a una amenaza de violación? ¡Claro que va a ser un éxito, marica!

Tú eres la reina - Diomedes Díaz


Cambiamos radicalmente de ritmo musical y nos metemos con el santo patrono de mis borracheras. Como es sabido, Diomedes no era muy fan de la sutileza: cantar "yo sé bien que te he sido infiel pero en el hombre casi no se nota" o dejar tirado un cadáver a las afueras de Tunja dan fe de ello. Pero aquí el Cacique desparramó magia auditiva: si los niños no son Ryan Reynolds ni las niñas son Scarlett Johansson, este vallenato puede ser la banda sonora de tu relación.

Tomá lápiz y papel: "pueden haber más bellas que tú, habra otra con más poder que tú", "las hay con corona de cristal y tienen todas las perlas del mar", "pueden haber más nobles que tú, habrá otra con más honor que tú" y "tú no pides nada por tu amor, tú no quieres nada por tu amor, y aunque en tu castillo nada tengas tú eres la reina". Para algunas mujeres, las más descomplicadas, puede ser un canto al amor sencillo que se da sin lujos. Para las demás mujeres, o sea la mayoría, es una forma edulcorada de decirle fea, don nadie, pobretona, ex-zorra (?) y conformista a tu pareja. Golazo.

Urna virtual (?): ¿hay más canciones que tengan ese doble sentido bien camuflado o que hayan sido terriblemente malinterpretadas? Esperamos sus opiniones.